Mientras esperamos el estreno de la nueva temporada de la serie, que fue renovada por tres períodos más, presentamos los episodios más devastadores de este drama policial.
El drama de las víctimas presentada en Chicago P.D., así como los casos presentados hasta ahora en la serie, dejan a los espectadores con el corazón roto semana tras semana.
Mientras esperamos el estreno de la nueva temporada de la serie, que fue renovada por tres períodos más, presentamos los episodios más devastadores de este drama policial.
La muerte de Justin Voight
Aunque Justin -el hijo del capitán Voight- no era un personaje regular, sentimos su muerte de todos modos. Justin era obstinado pero estaba cambiando su vida. Recién casado y con un bebé recién llegado al mundo, Justin estaba buscando un futuro mejor.
En un intento de ayudar a un amigo, las cosas se complicaron para Justin quien recibió un disparo en el cuello. Voight y Lindsay lo encontraron, pero ya era demasiado tarde para él.
Al final de la temporada 3 vimos a Voight tomando justicia por sus propias manos. El asesino de su hijo tenía que pagar, sin importar el costo.
La muerte de Nadia
Nadia fue el primer personaje del cual los fanáticos se enamoraron. Una ex prostituta convertida en Asistente Administrativa de la Unidad, que era sólida, aunque aún se enfrentaba a sus demonios.
Nunca rehuyó su pasado y cuando Erin la necesitaba, Nadia aparecía lista para conquistar el mundo. En la temporada 2, Nadia fue secuestrada, violada y luego asesinada por Greg Yates, a modo de venganza contra la unidad por investigarlo.
La partida de Erin Lindsay
Perder a un miembro del elenco regular nunca es fácil para los espectadores. Aunque tendemos a saber de antemano que esto sucederá (gracias a los medios), verlo en pantalla sigue siendo una píldora difícil de tragar. Para los fanáticos de Chicago PD y Erin Lindsay, esto no fue diferente.
Erin estaba pasando por momentos bastante oscuros antes de irse. Con su madre Bunny en problemas, Erin se resbaló y se permitió caer nuevamente en el alcohol y las drogas.
No tenía ningún problema evidente con sus compañeros oficiales, pero sentía que su lugar en el equipo no era tan gratificante como antes.