Carolina Portillo
Especialista en Periodismo Digital recibida de la Universidad Abierta Interamericana y estudiante de la carrera de Diseño Digital. Redactora independiente con una amplia trayectoria en contenidos sobre Series y Películas.+ info
Muy pronto, Jason Bateman, Laura Linney y compañía, volverán a hacer negocios con algunas personas desagradables en la última temporada de la exitosa serie de Netflix, Ozark. Una persona que no es ajena a llevar el peso del canto del cisne de un programa popular también es uno de sus directores invitados este año: Robin Wright.
La ex estrella del drama aclamado por la crítica House of Cards se quedó sola para liderar la serie producida por David Fincher después de que su ex coprotagonista Kevin Spacey fuera expulsado del programa luego de acusaciones de conducta sexual inapropiada, uno de los muchos proyectos de los que fue destituido o reemplazado después del escándalo.
La última temporada vio a su personaje, Claire Underwood, tomar asiento en la Oficina Oval después de la renuncia de Frank Underwood como presidente y su muerte fuera de la pantalla. Robin Wright recibió una nominación al Emmy por su actuación en el programa, marcando su sexta nominación desde el debut del programa.
Al mismo tiempo, fue elogiada por su actuación en la temporada final del programa, independientemente de la presencia de Kevin Spacey, o la falta de ella, que se siente en todo momento. Si bien se aplicó el control de daños para enviar el espectáculo con la mejor nota posible, siempre hubo un problema que Robin Wright sintió que habría servido a su personaje mucho mejor que el final que recibió.
En una entrevista reciente, Robin Wright recordó su tiempo en el programa que tuvo al público enganchado a Netflix durante seis años. Mientras moldeaba a Claire en una figura poderosa y calculadora no muy diferente de su esposo, las etapas finales de su personaje complican esa imagen maquiavélica con momentos de profundo patetismo.
"Fue un gran honor cerrar el programa [como directora]. Desearía que [Claire] hubiera sido nominada como presidenta legítimamente".
Es un deseo comprensible, ya que habría sido una continuación de la historia, que establece una mujer en el cargo más alto de la tierra. No sucedió, pero Wright lo manejó brillantemente. La serie llegó al final tras 6 temporadas en Netflix y si bien los fanáticos creyeron que quedaba al menos un recorrido más, las recientes noticias parecen ponerle punto final a esta historia.