En The Good Doctor, el doctor Aaron Glassman ha sido uno de los personajes más importantes de la serie por la influencia que ha tenido sobre la vida de Shaun Murphy. Además de ser su mentor, Glassman se convirtió en una especie de padre para el joven médico. Sin embargo, ese rol paternal tiene una carga de culpa para Glassman por un grave error que pesará sobre sus hombros para toda la vida.
The Good Doctor continúa transmitiendo su temporada 4 a través de ABC, mientras la trama va desarrollando una nueva etapa en la vida del doctor Shaun Murphy (Freddie Highmore) ahora que su novia Lea (Paige Spara) se encuentra embarazada.
La noticia del embarazo de Lea sin duda sorprendió a todos en The Good Doctor, pero sobre todo al doctor Aaron Glassman (Richard Schiff), quién más que un mentor y un amigo ha sido una figura paterna para el joven médico. Aunque Glassman está seguro de que Shaun enfrentará de la mejor manera esta etapa, lo más seguro es que sienta un poco de ansiedad por lo inesperado de la situación.
Y es que la historia de Glassman como padre ha sido bastante dura y quizás por ello ha intentado resarcir sus errores orientando a Shaun Murphy en The Good Doctor, quién sin duda necesitaba de un apoyo luego de todo lo ocurrido con sus padres.
Para Glassman es algo de vida o muerte que las personas que están a su cargo, en especial Shaun, sientan que él pueda apoyarlas, una necesidad que se volvió cada vez más profunda luego de la muerte de su única hija, Maddie (Holly Taylor).
Según la trama de The Good Doctor, Maddie nunca tuvo una relación cercana con su padre, quién sólo dedicaba tiempo a su trabajo. En su adolescencia, sentirse abandonada llevó a la hija de Glassman a refugiarse en las drogas, una adicción que finalmente le costó la vida.
Sin embargo, su muerte pudo haberse evitado si el doctor Glassman hubiese aceptado que Maddie necesitaba ayuda profesional. Creyendo que dándole un escarmiento podría hacer reaccionar a Maddie, Glassman se convirtió indirectamente en el responsable del suicidio de su hija.
En el cuarto episodio de la temporada 2 de The Good Doctor, titulado "Tough Titmouse", el doctor Glassman tiene alucinaciones con su hija, quién lo culpa por haberla echado de casa a escondidas de su madre. Pensando que Maddie iría a refugiarse en casa de algún conocido, Glassman se despreocupa por el destino de su hija, que termina muriendo ese mismo día por una sobredosis. Este error, que lo separa para siempre de uno de sus afectos más importantes, es el que más pesa sobre los hombros del mentor de Shaun Murphy.